El pasado 21 de noviembre los Consejos Generales de las Profesiones Sanitarias firmaron un manifiesto, donde se exigía que se excluyera de este plan a las personas con patologías, ya que han de ser tratadas por personal sanitario y no por educadores físico-deportivos.
El CGCFE ha lanzado un nuevo comunicado, al que nos sumamos y en el que señala que “los fisioterapeutas, desde hace más de 50 años, tienen la competencia legal de realizar ejercicio terapéutico sobre los pacientes, están formados y capacitados para prescribir, diseñar, implementar, ejecutar y dirigir los programas de ejercicio que necesita un paciente, cara a mejorar o sanar su patología. Dentro de su práctica profesional, el ejercicio terapéutico es una de las terapias que más frecuentemente utiliza para el tratamiento de sus pacientes”.
Sin embargo, los fisioterapeutas no forman parte de este programa que se quiere poner en marcha, ni como prescriptores que son de ejercicio terapéutico ni como receptores de la derivación de los otros profesionales sanitarios para la implementación del programa de ejercicio terapéutico.
En el comunicado del CGCFE se señalan cuatro problemas de máxima gravedad:Un problema económico.Se está invirtiendo fondos europeos en crear una nueva estructura parasanitaria que reproduce un acto cotidiano dentro de la Atención Primaria, la derivación de pacientes al Fisioterapeuta. Además, cuando estos pacientes sean tratados por los educadores físico-deportivos, volverán a la Atención Primaria con agravamiento de sus patologías, incrementado el consumo de recursos humanos y materiales. En lugar de despilfarrar los recursos europeos, aprovechémoslo para dotar de más medios a la Atención Primaria, base fundamental del sistema sanitario público.
Un problema jurídico.Cuando profesionales de medicina y enfermería prescriban la derivación de pacientes a educadores físico-deportivos está promoviendo que un profesional no sanitario trate pacientes con actividad física, un acto propio del Fisioterapeuta y que según el artículo 403 del código penal puede ser constitutivo de delito de intrusismo profesional. Además, la prescripción de derivación hacia profesionales no sanitarios es constitutivo de infracciones deontológicas, de protección de datos y de responsabilidad civil.
Un problema de salud pública. . Cuando profesionales de medicina y enfermería prescriban la derivación de pacientes a educadores físico-deportivos, que no son profesionales sanitarios, que no tienen las competencias, conocimientos ni capacidades para tratar enfermedades, producirá sencillamente que se acrecienten y agraven las enfermedades de las que supuestamente iban a ser curados. Esto provocará que estos pacientes vuelvan al sistema público de salud, pero en este caso a los ya saturados sistemas de Atención Primaria por el agravamiento de su patología, provocando un auténtico efecto pandemia de conocidas y devastadoras consecuencias.
Un problema de transparencia. No acertamos a entender, que un programa europeo enfocado en crear una herramienta digital se haya convertido en un programa de formación, de creación de unidades activas de ejercicio físico y de contratación de profesionales a cargo de ellas.
Por esto, el CGCFE en su comunicado llega a señalar que “nos cuestionamos si los fondos europeos están siendo correctamente ejecutados, si el porcentaje de implantación de la formación, ridículamente bajo, no esconde un supuesto uso fraudulento de estos fondos” y tampoco encuentra ninguna razón transparente “que explique cómo el Consejo Superior de Deportes, sin ninguna competencia sanitaria, y por tanto sin ninguna competencia en el tratamiento de patologías, insiste en mantener el programa tal y como está estructurado”.La Fisioterapia exige la derogación de esta resolución y programa, y en caso contrario la profesión comenzará movilizaciones para proteger a la ciudadanía de este ataque y pondrá en conocimiento de la Unión Europea la utilización de estos fondos para que proceda a su investigación.